jueves, 3 de julio de 2008

Productos nuevos (y macrobióticos)

Nuevos alimentos se amuchan en mi alacena.
Comprendo que es invierno y que comer no es un acto menor. Nunca es menor el acto de alimentarse. Cada cosa que llevamos a la boca tiene luego todo un proceso de digestión que lleva energía y salud. El ser humano es tan fuerte que puede digerir casi de todo (menos veneno) pero a costa de mucha salud y mucho esfuerzo.
Hace poco decidí tomar un curso de cocina natural. Eran pocas horas y una vez preparado el plato nos lo comíamos en alegre conversación. Imaginen a varias mujeres de muy distintas edades preparando alimentos y hablando de la vida. Se me ocurre que así se debía cocinar en pequeñas comunidades.
El panorama que me abrió ese curso fue increíblemente enriquecedor. Algunos alimentos no los conocía y otros los había oído nombrar pero jamás me hubiera animado a prepararlos sola.
Es increíble lo mal que comemos y lo poco que sabemos de las cosas que comemos.
Al mismo tiempo tomé la severa decisión de no volver a pisar un hipermercado jamás. La última vez que fui a Carrefour había un olor a podrido mezclado con lavandina insoportable. El cajero se quiso hacer el chistoso y me empezó a contar como les rompía los envases a los clientes que le caían mal. Los demás hipermercados tampoco me fascinan por sus aromatizadores de ambiente. Me da mucha desconfianza entrar a un lugar donde venden comida y que esté aromatizado.
Los lugares donde venden comida deberían oler a comida.

12 comentarios:

chizita dijo...

te me estas volviendo jipi, amiga !!!

chizita dijo...

(es un chiste, obvio, no me lo tomes a mal, tengo el cerebro en piloto automatico, ya avisé)

Julieta Saffo dijo...

lo que huele raro es el aire y los mayores de cincuenta y ocho. Soja comés?

Juan M Tavella dijo...

perdoname, pero yo no le creo a esa gente que huele tanto. para mi, es posible oler a alguien que huele a chivo pero jodido, lo demas esta fuera del espectro humano promedio.
que bueno lo de cocina natural. yo cuando me acerqué a la macrobiotica (al principio un poco fanatico, ahora como de todo incluso chatarra pero equilibrado y con tendencia vegetariana y sana) empecé a sentir buenos cambios. en ciudad de la paz y lacroze hay un bolichito que vende cosas de agricultura natural. tienen pocas cosas, pero esta piola si andas cerca

Flor dijo...

conde: ¿creer o no creer? El olor a chivo, créase o no, no es igual en todas las personas. E incluso me atrevería a decir que hay gente que huele muchísismo más que yo. Por otra parte, se ha comprobado que las mujeres tenemos exacerbado este aspecto olfativo. Y ni te cuento las que son mamás.

Además, cuál es el misterio. hay gente que tiene la vista muy agudizada y puede leer letras pequeñísimas donde yo, al menos, veo sólo hormigas.

A mi, si hablamos de los cinco sentidos, nada me extraña. Pero cuando me topo con gente que tiene un sexto sentido ahí sí, desconfío.

Flor dijo...

chizz: nada más lejos, amiga. Esto no tiene nada que ver con el jipismo.

rocío: qué tenés contra la gente mayor de 58? A mí la baranda d elos pibes de quince me voltea mal.

Veroka dijo...

Yo fui naturista en una etapa. Luego del fanatismo inicial, como tuve anemia, me deje de joder y empece a consumir mas carne, no en forma exagerada.Los lácteos son buenos para los huesos (para evitar la osteoporosis) con moderación... Lo de la cadena de frio...mmmm estariamos todos descompuestos, no sé si es tan así.
Lo del olfato a mi me sucede, lo tengo hiperagudizado, lo cual no sé si es tan bueno en la ciudad... pero bueno la realidad es esta. Cuando subo a un bondi repleto, no puedo creer que la gente respete a rajatabla el letrero de: "Prohibido abrir las ventanillas en época invernal", me ahogo.

SP dijo...

Fui atacada por olores la semana pasada. No eran olores a chivo normales, eran olores a encierro viajando en colectivo, a valija de niño sucio, a perfume que no llega a tapar cierta hediondez, como en los supermercados.

Lindo ambiente el de las mujeres que cocinan y comparten. Yo tengo uno parecido, pero cosemos, en vez de cocinar.

P dijo...

Mandíbula mecánica que indócil
baila, descolocada y entreabierta.
Articulando la madera fósil,
ruge con el crujido de las puertas

cierto muñeco con el ojo tieso
y mueca en otras épocas radiante.
Sin haber nunca dado un solo beso,
melancólico yace en un estante.

Los trazos que simulan ser cabello
no encierran sino penas sin color,
ignorantes del cielo, de lo bello.

Y, su estopa, cargada del dolor
de fingir que la vida es sólo aquello.
De no haber conocido un solo amor.

Flor dijo...

vero: todos tenemos que encontrar el equilibrio que respete nuestro cuerpo. No digo que no haya que comer carne. Incluso la comida macrobiótica admite que se coma pescado dos veces por semana para quienes no quieran abandonar las proteínas animales.

Hay muchos cereales que contienen hierro, calcio como así también verduras que deben ser cocinadas en su justa medida para que no pierdan nutrientes. Y respecto a los lácteos hay hoy en día una exacerbación de las cualidades de la leche. Yo admito que los lácteos me gustan y que con ellos puedo hacer cosas muy sabrosas. Pero el calcio se puede conseguir de otras formas también. Claro que comer lácteos de vez en cuando no matan a nadie. Pero por favor no se te ocurra consumir activia o cualquiera de esas porquerías que se venden como la panacea de la salud. Son productos nefastos.

Flor dijo...

princesa: ¡qué lindo saber coser! Una de mis materias pendientes en esta vida. Admiro mucho a quienes se hacen ropa ellos mismos o simplemente saben renovar la ropa que ya tienen haciendo unos cortes aquí y allá. Yo deberían al menos saber hacer ruedos puetso que mi estatura lo exige. Pero soy muy vaga para eso. Coso botones y eso es todo.

Flor dijo...

palbo: ¡clap, clap, clap! (reverencia)