Cae
 la noche y lo que parecía que iba a ser un día normal terminó en una 
corrida cambiaria. EL salario se licuó. Otra vez nadie sabe cuánto valen
 las cosas. Vaya uno a saber lo que van a salir mañana los artículos de 
primera necesidad. Y ni hablar de si tenés que producir algo. Desde mi 
lugarcito personal compro el pan para el desayuno de mañana, googleo 
algunas noticias, me abrazo con una compañera,
 llamo por teléfono a mi mamá que me dice que no me preocupe, que si 
sobrevivimos al 2001, vamos a salir de esta también. Después me manda un
 audio cantando: "tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin 
embargo estoy aquí resucitando..." Cigarras, eso somos. Hoy nos tiraron 
con un tsunami de barro. Pero "gracias doy a la desgracia y a la mano 
con puñal porque me mató tan mal". De la derrota crear primavera, 
amigos. Hoy más que nunca, urge brotar de esta noche oscura macrista.