31/5/24
yoga
27/5/24
un 25 de mayo poco habitual
Sueño que estamos habitando una casa llena de gente. Por la noche habrá una guitarreada a modo de festejo. Me dicen que por qué no preparo alguna de las canciones que solía cantar cuando era joven. Me voy con una guitarra a una habitación a tratar de recordar la letra. En el sueño la canción es confusa. Pero en un momento descubro que la canción que yo cantaba en castellano y que pensaba que hablaba de amor en realidad es una canción originalmente escrita en alemán y que habla de pedofilia. El impacto es inmenso. Me niego a cantar esa canción.
Cuando me despierto reconozco que la canción del sueño es "Serenata para la tierra de uno" de María Elena Walsh. Y pienso, qué atinado todo realmente. Porque la patria no es otra cosa que una casa habitada por un montón de gente. Y esa casa está siendo ultrajada una y otra vez por quienes dicen amarla.
25/5/24
24/5/24
que ves el cielo
8:01 de la mañana. Nico acaba de salir con el auto rumbo a su trabajo. Estoy sentada frente al escritorio con un mate calentito en la mano traduciendo mi primer sutra de Patañjali. Tengo una hora para sumergirme en el mundo del sánscrito y ya después llega Mariano a arreglar no se qué del techo. Pero entonces suena mi celular. Debe ser Mariano, pienso, que llega más temprano o que se le hizo tarde o que se agarró dengue otra vez o vaya uno a saber qué. Pero no. Es Nico. Nico me llama al celular. Pienso, le pasó algo. Atiendo con un poco de temor. Amor, ¿pasó algo? Me responde: la luna, se ve la luna redonda, hermosa, espectacular ¡y son las ocho de la mañana! ¿Para qué lado?, le pregunto confundida. Estoy mirando por la ventana que da al este y veo que el sol empieza asomar todo rojo entre las nubes. ¡Subí a la terraza, mirá para el lado de panamericana! Ah, Panamericana es el oeste. Cambio de ventana. La luna se ve majestuosa, redonda y blanca. Y sí, son las ocho de la mañana de un viernes, aún Nico me llama para compartirme estas cosas y tenemos la suerte de tener ventanas que dan a ambos puntos cardinales.