23 de abril de 2013

Profesorado de yoga

Estoy feliz con mi tercer año en el profesorado de yoga. Mi último año. Es un año donde todo se condensa: la práctica, la teoría, el conocimiento de la anatomía humana, la energía recorriendo los múltiples nadis. Anoto las clases que me gustaría dar, las que me doy a mí misma todas las mañanas, las que le daría a potenciales alumnos. Estoy fascinada con las posibilidades que ofrece esta práctica milenaria.
El sábado pasado vino una amiga a recibir su clase de yoga. Acordamos un horario que nos fuera posible sostener a las dos. Nico, a su vez, quiso acompañarnos en la práctica.
Ambos tiene cuerpos tan distintos y necesidades tan diferentes. ¡Desde ya va toda mi admiración a mis increíbles profes de yoga de esta vida que dan clases a varios alumnos todos diferentes y con múltiples dolencias y aún así salen invictas! Mi agradecimiento es mayor porque además han sabido compartir ese conocimiento para que otros como yo podamos a su vez pasarlo.
Un camino nuevo se abre y estoy explorando, caminando, proyectando.
Hacia ya vamos, me parece. 

2 comentarios:

S A L dijo...

felicitaciones!!

Unknown dijo...

hola somos un grupo de amigos y tenemos un blog, www.noticiaslamardecuriosas.blogspot.com miradlo si quereis gracias