26 de marzo de 2017

Nuestro amor

El verano pasó y dejó huellas. Volvimos al mar, la playa, los múltiples sentidos abiertos a la deriva. Estuvimos varias horas bañándonos en un mar de agua salada y verde. Había algas, pecesitos, colores iridiscentes, nubes movedizas, un sol que rajaba la tierra, sapitos croando. De noche encendíamos un fuego tan alto y bello y brindamos mucho, con cerveza, vino, mates, jugos, agua, con las manos vacías, con las manos llenas, brindamos porque los veranos sigan sucediéndonos, sigan prosperando en nuestra piel, nuestro amor, que es inmemorial, bello y nuevo. Un inmenso gracias por este verano.


 

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