viernes, 6 de diciembre de 2024

Algunas consideraciones sobre la palabra en sánscrito "prana".

La raíz del verbo AN significa respirar. 'Ana' también significa mover. El prefijo 'pra' significa hacia dentro o hacia aquí. Toco con la punta de mis dedos el centro de una espalda siento que algo se abre allí. Respirar es tan poderoso que a veces asusta. Pero si nos detenemos en el simple acto de sentir el recorrido del aire en el cuerpo algo nuevo surge. 

Prana también puede significar "la fuerza que ayuda al movimiento hacia el interior". Necesitamos una gran cantidad de material del mundo exterior para sostenernos. Comida, agua y aire limpio. Algo tan simple como comer, beber y respirar (inhalar) se consideran la función de prana. ¿Cómo es que se volvió algo tan complicado? A veces la mente presta atención a otras cosas, se preocupa en extremo por el afuera y esto tan sencillo queda de lado. Necesitamos que alguien nos guíe otra vez a recuperar esta fuerza. Está bueno que así sea. Dejarse guiar para luego tomar las riendas. 

marea y miasma

Estamos en diciembre y hay algo cíclico en este devenir del verano. Como si el clima supiera que estamos ante una marea de acontecimientos ineludibles. Uno tras otro se van sucediendo sin sentido o con un sentido poco agradable. Diciembre en este país siempre ha sido sinónimo de catástrofes, desastres y revueltas. También es sinónimo de encuentros y desencuentros. Suena diciembre como la música de una emergencia. Pero emerger también es una palabra bonita. Emerger se hace preciso para que la miasma no nos pudra por dentro. Marea y miasma no son lo mismos. Ambas palabras hablan del agua pero del agua en estados distintos.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

sapo por liebre

 Le escribo a mi amiga Montse.

"Qué año bravo, amiga. Justo recién estaba mirando la tapa de Página 12 que dice que el gobierno promueve el odio al migrante diciendo que si les cobran salud y educación los argentinos van a estar mejor. Me acordé de cuando dábamos prejuicio en el discurso. Me pregunto si esas clases que dábamos de lingüística habrán hecho alguna huella. De si esos alumnos que cursaron con nosotras durante quince años leerán alguna de estas notas -publicadas cada una con sesgos distintos en diferentes diarios- y se darán cuenta de que en realidad ahí hay algo raro, seguro que alguna estrategia de Van Dijk de las que nunca recordaban el nombre, pero seguro que sí, algo raro hay. Sapo por liebre, seguro. Y que es tiempo de aguzar el cerebro para no caer en reduccionismos viles."