Estar trabajando y olvidarme de la hora. Un placer que no me sucedía hace mucho. Es obvio que la noche es mi compañera para tareas de máxima concentración. Cafecito batido y a otra cosa. No hay ruidos de obra, ni teléfono molesto, ni estómago que satisfacer. Hoy por la mañana era una zombi y aún así terminé las guías de comprensión, los textos horrendos que debo dejar para leer, la clase que debo dar hoy.
Algo importante a tener en cuenta. No me interesa más aprender conceptos porque sí. Me molesta mucho desperdiciar energía en textos mal construidos, poco claros y confusos.
Necesidad de parar el tiempo.
Necesidad de clasificar ordenar archivar repensar almacenar caracterizar pensar calmar escribir amainar retrucar devolver.
La hora al fin y al cabo siempre es importante
4 comentarios:
especialmente cuando vas a llamar a la casa de alguien que duerme... así que el teléfono molesto sí estaba, jaja
pero olvidarse del tiempo sin culpa es más importante.
Chizz, jaja, (¡pero a las doce no es tarde!)
Ele: veo que te quedaste pensando en eso. Buenísimo.
Lástima que rompí mi reloj sino te lo prestaba. Capaz te servía más que a mi.
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