Desde el perchero cuelgan las obsesiones del día anterior. Arremeten contra mí, arremeten contra mi sueño. Arremeten y ya.
Insomnio. La edad de la noche.
Una quena, el llanto de un niño. Un pájaro sobrevuela el espacio acanalado de estrellas.
Y mi corazón no entiende dónde está su morada.
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