sábado, 17 de mayo de 2008

Los gustos de Borges

Bioy Casares escribió todos sus encuentros con Borges en un diario. Me llamó la atención este párrafo que copio aquí para compartir con ustedes:

Oímos discos: con placer oímos un fado, el Barco quieto, presentado por María Elena y Leda*. Borges, cuando oye los cantos de éstas últimas, dice: "No están nada mal; tampoco está mal Atahualpa Yupanqui. ¿Has oído El alazán?" Recita estos versos:

Era una cinta de fuego,
galopando, galopando,
crin revuelta en llamaradas,
mi alazán, te estoy nombrando.

No le parecen falsamente literarios ni ridículos. Sin duda, la música de estas cosas ha llegado a gustarle tanto que sin dificultad le pasa de contrabando las flores de sus versos. Lo más curioso es que hace un tiempo, poco tiempo, Borges no tenía la menor simpatía por la música folklórica, especialmente la norteña. Sólo admitía tangos y foxes. No reprobaba menos un carnavalito que lo que hoy reprueba cualquier canto de chansonnier francés.


Sin duda, para mí, El alazán es la canción más bella de Atahualpa Yupanqui. Y que Borges lo confirme me hace gustar más de su poesía.

*Se refiere a María Elena Walsh y Leda Valladares

4 comentarios:

Acercandra dijo...

"era una cinta de fuego... /Conocía la canción de cuando vivía allí. Pero "no le había escuchado las palabras". Qué maravilla.../galopando. Gracias por recordármela.

Florencia dijo...

no te puedo creer!, leyendo y leyendo recordé que mi abuelo me lo recitaba de chiquita, no te explico la emoción que siento tocaya, gracias!, además mi abuelo era amante de Borges, que lindo, gracias de nuevo!, me sentí chiquita por un ratito.

G. dijo...

¿Está mal que no me guste para nada Borges?
Digame, ¿está mal?

Flor dijo...

¿Puedo preguntarle qué leyó de Borges para que no le guste *para nada* Borges?

Me da curiosidad.