viernes, 6 de noviembre de 2009

¿De qué color era el caballo de San Martín?

Una alumna (universitaria) me encara porque dice que su parcial no estaba para un cuatro. Sus argumentos son que ella trabaja, que tiene un trabajo serio, etc.
Siempre me hincharon las pelotas esos argumentos. Si no sabés... no sabés. El parcial, además, era el típico caso de alguien que sólo sabe un tema y escribe quinientas hojas sobre ese tema pero no contesta ninguna pregunta específica. Nada peor para un profesor que tener que corregir una parva de papeles y tener que leer información inútil. Me guardé bien de decirle eso pero no cedí a su reclamo.
La mujer estaba muy airada por otras cuestiones propias de la institución de las cuales yo no tengo la culpa. ¿Qué culpa tengo yo si la administración de la institución es un desastre? Los parciales no estaban disponibles para que los vieran por una disposición nueva con la que yo no estoy de acuerdo. Pero ¿qué puedo hacer yo? ¿Robarme los parciales?
La señora estaba tan enojada que empezó a pelearse con otra alumna y terminó yéndose de la clase pegando un portazo. Los alumnos me miraban divertidos y yo comencé con mi clase de gramática textual con un malhumor de los mil demonios.

Una vez en casa, Hans se ríe de todo lo que le cuento y repone con su humor característico:

-Es el típico caso de alguien que cuando le preguntan de qué color era el caballo de San Martín responde transcribiendo "En busca del tiempo perdido" de Proust. Está bien, escribiste 9.000 páginas ¡pero no me dijiste que era blanco!

1 comentario:

algoporaca dijo...

¡Hola! ¿Cómo le va profe?
Oiga, no es que quiera desestimar su relato —muy entretenido por cierto— ni nada que se le parezca, pero... ¿vio que escribió mal la palabra "hinchar"?
Je.

Salut.
=)