Si fuera una poeta
de verdad escribiría una oda a los omóplatos. ¿Cómo es que a nadie se le ha ocurrido? Se habla de los ojos, de la boca, del cabello. ¡Vamos! Patrañas. La verdad de una persona está en sus omóplatos. ¿Cómo están tus omóplatos? ¿Sueltos o trabados? ¿Te duelen? ¿Te dolieron pero ya no los sentís porque están duros como una roca? ¡Los omóplatos son como el cuadro de Dorian Gray de cada uno de nosotros!
2 comentarios:
O sea que, en mi caso y tras haberme fracturado ambas clavículas, el diagnóstico es simple: DEFORME.
jajaja, nooooo. Usted es joven, todo es recuperable.
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