26 de mayo de 2018

Muñeca

La nena me miraba a través de la reja. Le pregunté su nombre.
Morena, me dijo.
He conocido en mi vida muchas Morenas rubias. Pero la Morena pequeña que se asomaba por la reja era morocha, con unos ojazos inmensos y una boca llena de dientes desparejos.
Yo había estado podando y barriendo los restos de ramas y hojas por eso se había acercado a hablar conmigo.
-¿Tiene algún fideo o algo?
La miré. Debía tener ocho o nueve años máximo. Hice memoria de la alacena de mi casa. Hace rato que tenemos que ir al super a hacer compras.
Como tardé en responder, Morena volvió a arremeter:
-¿Y una muñeca? ¿Tiene alguna muñeca?
-¿Una muñeca?
-Sí... para jugar.
-Esperá.
Entré como una tromba en la casa y fui directo al cuarto de shiatsu. Allí estaba una muñeca de tela que mi mamá me trajo de algún viaje a algún país latinomaericano, Una muñeca con la que nadie ha jugado nunca. Es muy bonita, la tengo en una repisita y cada tanto la cambio de lugar. A veces la he tenido cerca de mi mesa de luz. Es una muñeca colorida con trenzas que además sostiene en sus brazos un bebé.
Y ahí estaba, junto al Buda, sonriendo.
La agarré y le dije: vas a hacer un viaje a otra latinoamérica, vas a cumplir tu cometido de muñeca.
En la alacena encontré un rejunte de cosas que ni sabía que tenía: una lata de atún, medio paquete de fideos "Don Vicente", un cuarto de paquete de polenta, una lata de leche condensada. Todo parecía poco pero para quien tiene hambre siempre es mejor que nada. Lo puse todo en una bolsa y y salí.
-Morena, mirá, te traje esto.
Sonrió contenta.
-No sé si es la muñeca que esperabas pero... bueno, es... una muñeca de tela.
-¿Tenés otra para que no esté sola?
-No, sólo tengo esta... pero mirá, no está sola, tiene un bebé.
-Aaaaah.
-¿Te gusta? Si te gusta es tuya
-Sí, me gusta.
Me lo dijo con la voz ronca, gastada, tomó a la muñeca y la apretó contra su pecho.
-Bueno, ponele un nombre. No te olvides.
Cruzando la calle vi que su mamá estaba tocando el timbre de mis vecinos, los que recién se mudaron.
-Dale esto a tu mamá.
Y le di la bolsa con los comestibles.

3 comentarios:

Estrellita dijo...

Es lindo tu gesto.. es bueno ayudar a las personas.. seguramente esa muñeca va a estar bien cuidada por la niña..
Que Dios te bendiga..

® Danila dijo...

"para que no este sola"...
esos gestos nos marcan. pero al otro sobretodo.
te puedo asegurar que esa muñeca la va a acompañar y muchisimo!

Ojos miel dijo...

No niego ni afirmo que casi se me pinta un lagrimón en la cara.
Hermoso escrito.
Me encanta lo que transmite.