Pasó el mes... y aún no tengo un calendario. No sé si eso es bueno o malo. Los días pasan sin cuadrícula, quizás eso sea estar de vacaciones. Un tiempo impreciso, sin bordes, mucha luz al final del día. Me acuerdo cuando hace muchos años esta claridad me molestaba. En algún momento de este blog, hace muchos años, escribí:
Nunca se hace de noche. Nunca morimos. ¿No es terrible?
No es terrible, no. Estoy cada día más cerca del ocaso que del mediodía. No soy lo que se dice vieja pero para muchos jóvenes ya soy vieja. Los jóvenes hoy son otras personas. No soy joven pero ahora me gusta el verano, me gusta que no se haga de noche, me gusta que el tiempo no tenga bordes.
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