viernes, 28 de mayo de 2004

Mitimaes

Ayer tuve mi tercer ensayo real con Mitimaes. La obra es maravillosa y los bailarines de andar ligero y ágil. Pero mi andar no es ligero porque yo soy la Muerte. Y la Muerte nunca es ligera. Por lo demás, soy una Muerte bastante romántica pues estoy vestida de color borra vino (y no de negro como es esperarse) con una caja en las manos (que en realidad es una pobre luna atrapada). La escena es de un silencio sepulcral. La música es mi voz. La Muerte y los sonidos de la caja ondulante. Y cuando canto es como si llorara. Pero no lloro sino que canto. Y canto "con el tambor de la luna y el amor del carnaval".

Me sentí en medio de una novela de Bodoc. Muy impresionante.

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