lunes, 21 de junio de 2004

El arca de Noé Jitrik

Luego de mucho silencio, aquí va mi lluviecita con otro mensaje. Escribo desde mi "islita", una ciudad de casas bajas y habitantes morenos que se llama Resistencia. Escribo desde aquí aunque también leo mucho y hablo con los demás compañeros sobre literatura. Hoy he estado toda esta tarde leyendo a Noé Jitrik, Evaluador y también curiosamente pensando en Joaca. No sé si Joaca volverá a entrar a este blog pero pienso que ella debería leer esta novela pues está en esto de solicitar becas y esas cosas. Por lo demás, yo sigo con este ritmo extraño de levantarme muy temprano y acostarme muy tarde y este seminario que está muy interesante. Cada día nuevo, el Chaco se despliega con ese olorcito a quesillo y papaya, a guayaba fresca y tereré fresco.Durante esto días he escuchado un español muy castizo o muy mexicano, o muy chileno. Por esto, mi acento ha cambiado pero volverá -espero- una vez que regrese a Buenos Aires. Quiero creer que con mi acento me recuperaré un poco a mí misma pues por ahora siento que estoy navegando en aguas maravillosas pero que no son enteramente mías.