-¿Y cómo es Buenos Aires?-Bueno, primero es...¡lejos! (Ríe.) Pero la verdad es que, con perdón, me ha parecido un hormiguero pateado. ¡La gente anda toda afetada, corriendo de acá para allá! Y tal vez usted tarda un poquito y ya lo pisa un auto. O pierde el trabajo, sea doctora o peón de albañil (...) ¡Además ese ruido y ese humito siempre...! Porque en Buenos Aires los aires no son libres.
Gerónima Sequeida de Amaicha, bagualera y pastora de cabras.