Macedonio decía que para escribir sus textos se veía obligado a contratar a algunos personajes. Por ejemplo, lo hizo con Eleonora que, según él, había tenido un papel impecable en un cuento de Edgar Allan Poe. Pero también sucedían otras cosas inesperadas: hubo una vez un personaje que le pidió expresamente permiso para salir de la novela pues se había olvidado una leche en el fuego.