martes, 31 de agosto de 2004

Recorridos III


Por la noche, avenida de luces rojas, azules, amarillas.
Afiches desteñidos.
Otro colectivo, esta vez el 60.
Abrigo al hombro, calzado cómodo, caja vidalera en brazos.
Bar: La Academia: reducto de estudiantes universitarios atrapados en un tiempo elastizado. Barbas largas, rulos sobre frentes fruncidas, manos manchadas de nicotina, tinta y calle.
Nos encontramos como dos almas perdidas en el medio del bullicio porteño.Bar: La Academia. Me dije: anda, caballo, quítate las cinchas. Me quité el abrigo, la mochila, los libros, el tiempo. Pedí un café y estaba frío.
Nos encontramos en un tiempo intermedio, en el lapso de una actividad y otra. No había tiempo, sólo estudiantes universitarios y rulos y nicotina y tinta y calle.
Te di el frasco con el mamón almibarado. Vos me diste el suplemento Ñ con la nota sobre Bodoc.
Nos intercambiamos libros.
Nos separamos sin tiempo, sin destellos, sin Chaco.
El ensayo estuvo bien. La caja sonaba profunda, rítmica, ondulante.