9/2/07

Quién necesita magdalenas

Ciertos sabores y olores me hacen recordar a cierta gente.

Por ejemplo, el té earl grey de twinings. A los 18 años yo tomaba clases de canto con un profesor que me servía té con miel luego de las sesiones de vocalización. Vivía por Barrio Norte y tenía una tetera preciosa que hacía que el té saliera a la perfección. A pesar de que yo compraba earl grey nunca me salía como el té de este profesor. No era ni la miel ni el agua. Era la tetera. Quizás fuera el canto también. Años después vi la misma tetera en un bazar y pensé en comprármela pero ya estabamos en plena época de la devaluación y el twinings había pasado a la historia como sucedió con otros productos importados.
La leche bien fría servida en un vaso alto de vidrio me hace acordar a un amigo músico de la adolescencia. Amaba la leche que yo, por entonces, repudiaba. Hoy en días de altas temperaturas recurro a ella como un bálsamo para el calor. Pero tiene que estar bien fría y servida en un vaso alto de vidrio.
El olor de los caramelos de menta me retrotraen a cierto amor clandestino que tuve una vez. P. era como un niño que masticaba caramelos de menta mientras tomaba largos tragos de Coca. El resultado era una boca mentolada y dulce. Hoy en día no puedo comer esos caramelos y la Coca ya no me gusta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es increible pero cierto, el te es aunque cueste creer una ciencia. Y para hacerlo de un modo y que sepa bien hay que tener mucha cancha

Fabián dijo...

Es increible, pero el olor puede identificar de manera tan precisa cosas como "la cocina de la casa de mi amigo gustavo" (casa que hace 15 años que no voy) o "el garage de mi tía", o "a mi abuela haciendo milanesas en la cocinita económica con carbón". Cada tanto uno se encuentra con estos olores. Yo creo que no es algo "distinto" que huele igual. Estoy convencido que son partículas de olores de esas mismas cosas, que todavía andan por el aire. Capaz que eso nos ayuda a seguir vivos.

SP dijo...

venía leyendo varios post, y ¡estás decididamente melancólica!

¿Después de todo el "paraadelante" de la mudanza, se vino el flashback?

Flor dijo...

pablo: el earl grey fue uno de mis tés preferidos por mucho tiempo. Claro que luego aprendí mucho de tés. Y también comencé a comprar té en hebras que duran más y sé como dosificarlas.

Igual yo creo que como ese té nunca porque no era el té sino el momento.

Fabián: ¿puedo preguntar que tenía la cocina de la casa de tu amigo Gustavo?

Princesa: Oooh, sí, me encantan los flashbacks. No sé si es melancolía eso pero sí.