domingo, 10 de febrero de 2008

Regalo

Después de muchísimos años alguien -quien nunca antes había venido a mis cumpleaños- me pidió que cantara ese día. Por el simple deseo genuino de escuchar. Su felicidad me contagió. Cuando cantamos para quien quiere escuchar y se deleita con nuestro sonido, el alma se engrandece. Ayer, mientras hacíamos café, a la una de la mañana, esta amiga me dijo: es tu cumpleaños y sos vos la que nos está haciendo regalos, debería ser al revés. Me morí ahí mismo. ¿Mi canto es un regalo? De pronto, advertí que era la causante de la felicidad en los allí presentes. Su escucha, sin embargo, era la causante de mi propia felicidad.
El hecho artístico es así. Das, recibís, das, recibís. Y al final ya no se sabe si el dar y el recibir forman parte de la misma rueda.
El regalo estaba en el permiso para que el hecho artístico se produjera. El permiso de cada uno de los presentes era su regalo.

8 comentarios:

c. dijo...

hermosa sin fin.

Unknown dijo...

Es un impulso que tengo desde hace varios años, querer regalarle algo a los otros en mi cumpleaños, pero por una cosa o por otra no se concretó.

Bordelio dijo...

como los cumples hobbits

Anónimo dijo...

c: mil gracias por venir.

ary: adelante...los amigos agradecerán.

bordelio: exacto. Quien puediera vivir lo que un hobbit. NO me importaría tener pelos en los pies. Petisita ya soy, qué le vamos a hacer.

chizita dijo...

soy la peor amiga del mundo.

feliz cumpleaños flor... perdón por no haber estado...

Anónimo dijo...

vos, la peor de todas, Juana!

Chizz, ¿cómo no perdonarte?
¿Dale que nos vemos pronto?
beso,

Juan M Tavella dijo...

feliz cumpleaños a vos tambien, nena! es muy asi. poder dar es un regalo, y en la expresión artística se ve clarito

® Danila dijo...

Flor y encima cantas?????!
no das clases???

=)

hermoso tu jardin, te lo dije ya?
:)