Si caminando por la calle un olor a frutilla me rapta la nariz, no tengo más remedio que seguir mi instinto, llegar a la verdulería en cuestión y comprar un cuarto kilo. Y si en ese mismo lugar me asalta la idea de comer espárragos no tengo ninguna duda. Estamos en vísperas de la primavera.
3 comentarios:
que rico! esparragos y frutillas!!!! mmmmmmm alcauciles tambiennnnn ñammm
yo, como fui mañoso casi toda mi vida, tengo la ventaja de descubrir esos sabores todavía. La frutilla la probé recién hace dos años... y queda un mundo entero adeante.
A todo esto, ¿desaparecieron unas entradas anteriores o es mi idea?
Saludos
Desaparecieron. A veces pasa. Perdón.
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