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Ayer almorzamos con unos amigos en un restaurante. Al terminar alguien propone que nos saquemos una foto. Luego de infructuosas veces en que la foto sale errada, la moza accede a inmortalizar la escena para la posteridad.
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-Salió mal. A ver, va de nuevo.
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-No, salió otra vez mal, vos, sacate la mano de la cara.
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-¡Y ahora vos miraste para el otro lado!
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-¡No cierren los ojos!
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-¡Sonrían!
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Cómo explicarles que salimos todos con la sonrisa más horrible que se puedan imaginar.