2 de octubre de 2005

Artesanas

Los domingos siempre trato de hacerme una escapadita a la feria hippie. Camino las diez cuadras con el sol en las pestañas y el aire sin ruidos. Maravilloso. Aspiro el olor de los globos, los helados, la gente sonriente y los puestitos con sus innumerables cositas. La gente toma mate en el césped (ah, ¿no se podía pisar el césped?) y charla entre ella. Más alejadas, sentadas en sus banquitos están las mujeres que leen tu destino y los hombres que hacen malabares con fuego, plumas o pelotitas.En un puestito me detengo a observar unos cuadritos y escucho el siguiente diálogo entre dos artesanas.
ARTESANA 1: -Ayer estuve recorriendo el local de Zara.
ARTESANA 2: -Ah, ¿sí? ¿Y encontraste algo?
ARTESANA 1: -No, todo era horrible.
YO (interrumpiendo): -Bueno, menos mal, la ropa de Zara es increíblemente cara.
ARTESANA 1: -Pero ni ganas de tener plata te daba.(risas)
ARTESANA 1: -Yo no me compro ropa ahí pero siempre voy para robar alguna idea. La ropa me la hago yo. Pero esta vez ni una idea, eh. Todo era horriblemente recargado, super hippie pero mal. Un cambalache de retazos de tela. Cualquiera.
Yo (sonriendo): -Claro. Cualquiera.