jueves, 4 de septiembre de 2008

Al tiempo no le gusta que lo marquen

Se está haciendo de noche.
Las calles están atestadas y sucias. Carritos, carricoches, basura y mercancías. Paso por entre la gente con andar ligero. No corro, troto. Mi mochila se queja de que los libros se han puesto a saltar en su pequeño interior.

zig zag,
zig zag,
zig zag,

la calle se escurre por entre mis pies.

Jamás uso tacos para andar por las calles porteñas. Nada más indefenso que usar tacos en la city. Nada más indefenso que usar tacos en lugares hostiles. Nada más estúpido e indefenso que usar tacos. Mis botas han soportado todos los accidentes geográficos habidos y por haber. Firme por la calzada, troto, troto, troto.

Ya se ha hecho de noche. Las luces de las ventanas de los edificios parecen estrellas bajas.

Ale me recibe con las mejillas encendidas. Tenés fiebre, le digo. No, ¿por? Ale hace dos semanas que duerme cuatro horas, trabaja tanto que se olvida de comer. Incluso se ha olvidado la voz en algún rincón del cuerpo. Tengo sólo quince minutos, le digo. La abrazo. Mi amiga se disuelve en el abrazo. De pronto quiero tirar todo a la mierda, quedarme, hacerle mate, ayudarla a armar las valijas, mimarla. Pero tengo que dar clases y aún me resta tomarme un subte. Te haría shiatsu ya. No tengo fiebre, me dice. No, pero vas a tener, tenés que parar. Mañana se toma un avión para Venezuela. Conocerá a su sobrino. Quiero parar el tiempo. ¡Ale va a conocer a su sobrino!

tic tac
tic tac
tic tac

Quince minutos pueden ser mucho tiempo. Con los dedos le marco los puntos buenos para la tos. Acá y acá. Nos abrazamos fuerte. Ya estoy con un pie afuera. Ya estoy corriendo al subte. Ya estoy subiendo al subte. Ya estoy bajando del subte. Ya estoy entrando al aula donde quince personas me esperan

-también extenuadas-

el comienzo de un práctico
de lingüística.

2 comentarios:

SP dijo...

Por un lado me pregunto: ¿en qué universidad?
Por otro lado, pienso, que antes de empezar el práctico, habría que hacer unos ejercicios de relajación. La gente que cursa a la noche suele tener apuro por pasar a lo siguiente y salir a correr el subte (el último subte, a veces).
Una profesora que tuve, nos hacía hacer algunos ejercicios, sobre todo antes de los exámenes.

Veroka dijo...

Habría que inventar algo para poder parar un poquito el tiempo, no? yo lo exprimo, pero aún así, me sabe a poco.