Mi alumno vive en Israel pero es rumano. Tiene dos hijas que viven en pueblos cercanos a su pueblo y dos nietos. "Porque allá todo es más pequeño", dice. Y los ojos se le sonríen. Aprendió a decir: "estoy orgulloso de mis hijas y mis nietos". "Orgulloso" es una palabra que en rumano se pronuncia casi igual.
Mi abuela Ester era rumana. Mi alumno se maravilla de que alguito de mi sangre tenga raíces rumanas. ¿Nunca fuiste a Rumania?, me pregunta. No y no sé de dónde era mi abuela. Le explico que mis abuelos y mis bisabuelos nunca hablaban del pasado porque el pasado era muy doloroso. "Pero tu nombre es italiano", me dice confundido. Le explico que sólo mi nombre es italiano. En esta tierra el macho es el que impone su apellido. En mi caso, hubo un Rossi de Génova que llegó a fines del siglo XIX y se instaló en La Boca. Enamoró a una chica y se casó con ella. Tuvieron cuatro hijos de los cuales uno fue mi abuelo: Floreal Rossi. Mi abuelo se enamoró de Catalina, una judía hija de rusos. Se casó con ella y tuvieron dos hijos, uno de ellos, mi padre. Mi abuelo Floreal tenía los ojos almendrados y castaños. Sus cinco nietos heredamos esos ojos. La marca Rossi.
Mi mamá de italiana, niente. Más bien diría que es una buena mezcla de rusos, polacos y rumanos. Una equivocación magistral de mi bisabuela materna hizo que sus descendientes naciéramos aquí. La vieja a los 17 años se equivocó de buque y en vez de ir a Nueva York donde la estaban esperando sus familiares se vino a Buenos Aires. Mi bisabuelo, un polaco que estaba en el puerto esperando a unos amigos, vio a la rusita sola y perdida sin saber una palabra de castellano y se la llevó al conventillo donde vivía. Se casaron a los pocos meses y tuvieron varios hijos. De ahí viene mi abuelo Tito Solarz, el papá de mi mamá. Mi abuelo Tito tenía una marquita roja, una frutillita en la nuca. Mi mamá tiene la misma frutillita y mi hermano y yo también la heredamos. La marca Solarz.
Mi abuelo Tito se enamoró de mi abuela Ester, una rumana que se vino a los cuatro años en un barco del cual sólo recordaba el arroz con leche de la tarde. Nunca supo hablar rumano pero jamás adoptó la nacionalidad argentina. Su apellido quedó trastocado para siempre por la ignorancia de algún funcionario argentino y difería del apellido de su padre y su hermana. Un desastre. Nunca sabremos si era Drajner o Derasner.
8 comentarios:
Wow.
Leer cosas como estas me hacen sentir mas viva y mucho, pero mucho mas curiosa.
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Perdon por la falta de tildes.
Un beso.
A esta frase:
"Mi bisabuelo, un polaco que estaba en el puerto esperando a unos amigos, vio a la rusita sola y perdida sin saber una palabra de castellano y se la llevó al conventillo donde vivía. Se casaron a los pocos meses y tuvieron varios hijos."
Le agregaría al final un: ¡Obvio!
conmueve leer historias así, de hace tantos años, la cual no fue protagonizada por el autor (en este caso vos) pero que sin embargo contenga tantos detalles. Me gustaría poder contar los orígenes de mi familia, así, como lo hiciste vos.
me encantó!
perdón, pero me quedé un rato leyendo tu blog. Me encanta y lo voy a hacer más seguido. Recorriendo tus textos encontré 3 casualidades (yo tengo mucho de eso de buscar puntos que me identifiquen con otras personas). Me llamo Florencia, mi abuela se llamaba Catalina y mi otra abuela se llama Hilda ESTER... Jijiji.
Margot: qué lindo, buenísimo. Yo sigo tu saga de los meses con mucha curiosidad!
sp: ¡obvio! jajaja, no, no creas. Mi bisabuela en todas las fotos antiguas tiene cara de ¡por qué no me habré tomado el buque a Norteamérica!
Flopi: Me estás asustando. Suerte que tu abuela se llamaba Hilda Ester sino juraría que tenés un blog que se llama Nubedeagua también! Como sea, bienvenida al blog.
Cuántas historias, cuántas vidas, cuántos sueños! A mí me encantaba cuando mi abuela me contaba historias de su niñez, y de cuando se casó... la extraño...
Hermana !!! :)
Solamente una corrección en la historia. Puede ser que me equivoque, pero me parece que la vieja de 17 años que se tomo el buque equivocado era de Polonia también. Y justamente, como hablaban el mismo idioma el bisabuelo se la engancho :)
un beso grande :)
Lucho
Lucho, la "vieja", como vos decís, madre del abuelo Tito, es decir -la bisabuela Baba- era rusa y era judía. Hablaba idish. El bisabuelo era polaco y también era judío. Ambos hablaban idish. Y esa fue la lengua en la que se comunicaron.
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