Desliza la lluvia su tersa suavidad y aviva mi fueguito mínimo. Adentro, la víscera roja canta y yo puedo saltar el abismo. La verdad es un manto de piedras verdes. Un peso cosido a mi espalda. Pero todo lo que se ha cosido -en un tiempo pretérito- hoy se ha de descoser. Y todo lo que podía cantarse no ha de cantarse más. Un beso cosido a mis labios también se ha de descoser. Y la amarra que sostenía el barco se ha podrido y lo ha soltado.
A la deriva, en esta lluvia nueva, descubro un viento que no sabía que tenía. Y ese viento me habla de mí.
De lo que soy.
De lo que hoy ya no seré.
De lo que mañana sí seré.
Y no puedo sino sentir el agradecimiento.
5 comentarios:
bonito nombre y contenido del blog, no lo dejes como hacen la mayo´ría y aunque sean dos lineas, deleitanos cada dia con tus pensamientos.
saludos desde España
http://elperfumedelaluna.blogspot.com/
Qué lindo esto, Flor.
Y te felicito. Por cómo lo escribiste, y por lo que escribiste.
Un abrazo.
"un viento que no sabía que tenía"... qué hermoso! lamaslevebrisa se saca el sombrero! ;)
Vivir es estar totalmente inseguro y ser totalmente vulnerable al movimiento de la vida cósmica que nos rodea. (Algo así dice Vimala Thakar con respecto al control yo)
Qué comentarios lindos los de ustedes, gracias.
Publicar un comentario