9 de septiembre de 2010

Pancho Sancho Ancho Rossi

Pancho es mi mejor despertador. A las siete de la mañana viene a mi cuarto. Escucho sus patitas golpeteando la madera y su jadeo de perrito viejito. Le gusta acostarse en cuanto trapo haya ( no más ropa tirada a riesgo de que toda mi ropa huela a perro). Si quiere hacer pis me ladra, yo me levanto, le abro la puerta del jardín y él sale disparado a vaciar su vejiga. Y así.
Descubrí que si lo saco tarde a la noche no necesita salir disparado temprano a la mañana y gano una hora más de sueño.
Descubrí que si lo hago caminar mucho de noche, a la mañana anda cojeando por los rincones.
Después se le pasa.
Le gusta tomar sol si estoy afuera en el jardín.
No se sube al futón de shiatsu (bueno, una vez, a escondidas).
Si estoy escribiendo o trabajando en el escritorio, se duerme en el hueco donde están mis pies.
Si estoy cantando o garabateando cifrados en un papel, suspira y me mira desde un rincón.
Si me voy, llora mansamente. Yo le digo que no sea tan Saro Bernardo.
Después se queda tranquilo.
Amo a este perro.

1 comentario:

® Danila dijo...

la sensacion de saber que esta ahi lo es todo.
sabes como te entiendo!!!
beso a panchito!