En la escuela, en un seminario intensivo de masaje tradicional tailandés, la maestra nos pregunta si hemos estado practicando, qué experiencias hemos tenido. Una de las alumnas (cuya experiencia con la kinesiología ha sido bastante mala) cuenta una situación con un receptor que es kinesiólogo.
-Me di el lujo de darle este masaje a un kinesiólogo. Con un par de técnicas le dejó de doler la zona lumbar. ¡Sólo un par de técnicas! Parece que este hombre sufre mucho de dolor lumbar siempre. ¡Y es kinesiólogo! ¿Cómo puede ser?
-Bueno... pobre -dice mi maestra con mucho tacto - Él le debe hacer kinesiólogía a los otros, ¡no se hace kinesiología a sí mismo!
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