17 de mayo de 2007

Aprendiz de palabras

Miro a mi alumnito, todo células creciendo, envuelto en un jogging gris que le queda un poco holgado para su cuerpito de ocho años. Hermoso y pequeño como un gnomo salido de un bosque. Pero no ha salido de un bosque. Viene de Egipto. Ahora mismo estamos sentados ante la inmensa mesa del comedor, rodeados de sus útiles escolares y leyendo un libro que le dieron en el colegio.
Un libro horrible, realmente.
Él me dice que no entiende el libro y que lo que entiende es aburrido.
Yo no tengo más remedio que darle la razón. Y maldigo a los colegios que eligen mala literatura. Con esto le estoy enseñando una lección difícil pero importante para sus ocho años: hay cosas que debemos hacer aunque no nos gusten y leer este libro es una de ellas. Pero no todos los libros van a ser así.
Cuando lee no puede pronunciar la erre. Trato de ayudarlo pero no le sale. Se frustra. Le digo que no tiene importancia y seguimos.
La clase, en realidad, ha terminado pero aún nos faltan unas páginas. Siento su desazón. Me mira triste. Sabe que no podrá terminarlo solo. No entiende palabras como "detective", "cascarrabias", "formación", "registro de disciplina". Palabras que cualquier chico argentino sabe y conoce. Palabras que nadie buscaría en un diccionario. Pero él tiene que buscarlas. Y su diccionario es un libro infame que en vez de ayudarlo le complica más la existencia.
Por eso estoy yo. Yo soy su diccionario. Yo soy su caudal de palabras. Y por eso me quedaré media hora más para terminar este libro horrendo.
Le explico lo que hace un "detective", le pongo voz de "cascarrabias", le dibujo una "formación" y le digo que el "registro de disciplina" es ese libro que a veces los chicos firman cuando se portan mal (¡¡Por Dios!! ¿¿Sigue existiendo eso??). Cuando terminamos de leer el libro, mi alumnito está feliz. Nunca es muy cariñoso pero esta vez chocamos las manos y me dice: ¡nunca más voy a tener que abrir este libro horrible! Y dice "horible" porque la erre no le sale pero qué importa si ya terminaste y ya sabés el final.

2 comentarios:

c. dijo...

qué ternura todo...

(y qué lindo que te quedaras otro rato)

[hay egipcios en el país?]

Hipotermia dijo...

admirableS
alumnito y profesora (que profesa fe o algo así)
repregunto con c por egipcios aquí
los post de arriba muy lindos, este llama al comentario
besos