Finalmente la Navidad se hace en casa con parte de la familia de Nico y mi familia.
En esta casa nunca hubo arbolito pero como mañana habrá niños, Leti trae unas guirnaldas y unas luces para adornar uno de los ficus que tenemos en maceta. Bien ahí. Tratamos de ponerle la mejor onda.
Esta navidad será la primera navidad que la familia de Nico pase sin su papá y eso pesa. Tratamos de que todo sea lo más llevadero posible. Organizamos el tema de la comida y nosotros decidimos que vamos a hacer un guefiltefish porque Jesús era judío y además revolucionario. Hoy, entre otras cosas, decidimos ir con Nico a Jumbo a terminar de hacer algunas compras en el supermercado y de paso comprar algunos regalitos que ya teníamos pensado en el Unicenter.
Es sabido que en el Jumbo de Unicenter no te dejan entrar con bolsas que no sean del propio Jumbo. Para eso hay unas señoritas con la sonrisa pegada que te envuelven las bolsas ajenas en unas enormes bolsas transparentes y las sellan de modo que vos no puedas robarte nada del supermercado haciéndote el vivo y metiendo algún que otro producto en tus bolsas. Como ya habíamos comprado los regalitos de Navidad, nos los envolvieron y entramos muy confiados en el supermercado más cheto de Zona Norte.
Pasamos por la pescadería.
Pasamos por la verdulería.
Pasamos por la góndola de vinos.
Pasamos por la de gaseosas.
Y de pronto...
-Nico, ¿vos tenés la bolsa de los regalos?
-No, está en el changuito.
-No está.
-¿Cómo que no está?
-Y no...
Así de simple. Nos afanaron los regalos de navidad en el hipermercado. Alguien manoteó la bolsa dentro del changuito en algún momento de descuido y se llevó de un saque los regalitos que habíamos comprado.
¿Espíritu navideño?
Cero.
2 comentarios:
Ay NO. Qué bronca :'(
Fue feo feo. Pero salí corriendo a comprarlos de nuevo mientras Nico se quedaba haciendo la cola en la caja. Y esta vez, milagrosamente no hubo que hacer colas.
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