Hace unos días, me invitaron a cantar en un casamiento mitad argentino mitad anglosajón. Eso quiere decir que había una cantidad de extranjeros importante. Británicos, franceses, brasileños, turcos... una mezcla muy extraña y alegre. Salió todo muy bien y cantar allí fue muy emotivo.
Luego, me invitaron a quedarme a la cena-fiesta.
El lugar era increíble. Dos salones donde se podía comer y bailar, un patio inmenso lleno de plantas y silloncitos donde recostarse y tomar todo tipo de tragos deliciosos acompañados por bocaditos de salmón, queso brie y champignones.
El champagne que circulaba era puro champagne francés y todo el mundo sabe cómo las burbujas se suben rápidamente a la cabeza y lo delicioso que se siente.
Estábamos sentados alrededor de una mesa con algunos argentinos y una pareja de franceses. Hablábamos como podíamos de distintos temas y en un momento alguien comentó su odio por las palomas.
-Son horribles realmente. Parecen ratas con alas.
-Y hacen ese gorgorito tan feo.
-Además transmiten enfermedades.
-Y no hay forma de combatirlas. Se adueñaron de la ciudad.
-Van a traer halcones. Dicen que con eso van a disminutir.
-¡AH! ¡Buenísimo! ¡Te quiero ver cuando te cague un halcón en la cabeza!
-¿Pero cuántos halcones soltaron? ¿Dos?
-No sé... pero son el bicho depredador...
-La palomas los van a cagar a trompadas. Dos halcones contra un millón de palomas. ¡Eso va hacer una batalla justa!
-Bueno, basta... el punto es que son odiosas. Es un bicho repugnante.
Y entonces pregunté:
-¿Por qué te parecen repugnantes?
Todos me miraron.
-No, en serio, quiero saberlo. Debo admitir que a mí siempre me gustaron las palomas. Y de hecho les saqué fotos a muchas palomas en mi vida. Por ejemplo, mientras todo el mundo fotografiaba la iglesia de la Piazza San Marco yo le saqué fotos a un par de palomas en pleno momento de copulación.
-¡Por dios! ¡Son horribles!
-Pero ¿qué es lo horrible? ¿Las plumas?
-Ni siquieran cantan, hacen ese ruido feo...
-Bueno, los perros tampoco cantan y sin embargo la gente no se queja del ladrido de los perros.
-No sé... ¡transmiten enfermedades!
-...
-...
-VOS también transmitís enfermedades.
Y ahí quedo saldada la cuestión. Porque a nadie le gusta que lo comparen con una paloma o una rata. Y el que esté libre de gérmenes ¡que tire el primer antibiótico!
3 comentarios:
no nos olvidemos de las pobres cucarachas
Claro que noooo.
De hecho, mientras defendía a las palomas (y a las ratas, después de todo que alguien me explique la diferencia entre una rata y un hamster) recordé nuestra charla sobre las cucarachas.
Las palomas son lindas, las ratas son tiernas y las cucarachas son simpáticas. Gente discriminadora de animales!
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