Aún es leve el frío pero se siente. El sol es más blando, la luz más blanca.
Yo me quiero simplificar. El otoño siempre ayuda a simplificar. Lo que es superfluo, se va y queda lo esencial. Tengo que tomar algunas decisiones sobre qué quiero hacer. Decirle adiós a algunas cosas, lugares y personas.
Enciendo la lámpara. Tengo una pilita de libros en la mesa de luz. La mayoría son de literatura. Ninguno es de poesía. Los libros los saqué de la biblioteca de Nico. Nuestros libros están juntos espacialmente pero aún no conforman una biblioteca. No sabemos bien cómo ordernarlos. Yo aprovecho a leer lo que no conozco, lo que nunca hubiera leído.
Descubro a Evelyn Waugh. Me pasó lo contrario que con Carson Mc Cullers. Pensé que era un mujer. Y no. Evelyn es un varón.
Bueno.
Revuelvo en el placard y descubro las lanas. Cambio algunas prendas de lugar. Miro los vestidos del verano, tan hermosos, colgados, coloridos, felices.
No me animo a guardarlos aún. Marzo y abril son meses traicioneros. Esperaré a mayo.
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