Le escribo un mail largo y dedicado. Él me responde con dos líneas (ok, admito que en estos días estoy teniendo demasiado tiempo libre y él no).
Pero entonces, luego, se da el siguiente diálogo.
-¡Dos líneas!
-Bueno, es que soy escueto.
-Amor...
-¿Qué?
-No sos escueto.
-...
-Estás escueto. No es lo mismo.
2 comentarios:
ojo, en dos líneas puede haber mucho contenido, además no es bueno quejarse por la longitud...
Me gustó el diálogo, y entiendo el sentimiento. A mí a veces me pasa lo mismo, me mato diciendo algo y me contestan con un 'ajá'... ¡odio la escuetez!
Está bueno tu blog, me sigo paseando por acá. Un saludo grande.
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