Hablando por teléfono con una amiga de otra amiga en común:
-Porque B en este momento está muy sola. Anda como bola sin manija.
-¿Anda cómo?
-Como bola sin manija.
-Qué buena metáfora.
-No es una metáfora, es una forma de decir.
-No, no, es una metáfora, es buenísima. ¡Como bola sin manija!
-Bueh.
-De verdad... me re imagino una bola llorando y gimiendo: ¿donde quedó mi maniiiiija?
-...
Es así. Dios te da amigos poetas y terminás teniendo un diálogo de éstos.
En fin.
2 comentarios:
¡Mirá que yo dije que era una metáfora mersa y acertada a la vez! Y viste que todos anduvimos como bola sin manija alguna vez...
Píscica: ya vendrá a bola sin manija II. Téngame paciencia.
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