Se casa mi amiga a quien amo y amaré siempre. Ha estado conmigo desde que teníamos 14 y 15 años, respectivamente. Es la persona que me vio crecer y que más me vio enamorarme y desenamorarme en la vida. Nos hemos regalado horas y horas de nuestro tiempo. Compartimos muchísima música, cartas, libros, danza, clases, viajes, incluso escenarios. Se casa esta semana y ahí estaré para ella, seré su testigo, testigo de sus ganas, de su deseo, de su compromiso.
Y me doy cuenta de lo que es importante. Y la abrazo y la acompaño en su deseo. Y entiendo algunas cosas que antes se me escapaban. Y doy gracias a la vida porque ella esté en mi vida.
A pesar de muchas cosas tristes.
Pero gracias a muchas cosas bellas también.
6 comentarios:
¡¡¡felicitaciones!!! cómo me gustaría estar presente yo también!
Ayer en el almuerzo que organizó para los testigos de la boda nos acordábamos que vos nos presentaste, jaja
Laura es la que especulaba sobre el tamano de los tampones??
Me emocionó leer esto. Disfruta mucho!!
me emociona mucho que sigan almorzando juntas :)
SAL:¿eh? No sé... si es, mi inconsciente se encargó de borrar ese recuerdo! Sé que la conociste o al menos escuchaste hablar de ella porque en esa época nos veíamos mucho (en el colegio y afuera).
Pau: gracias, eso haré.
Ana: Almorzamos, tomamos mate, cantamos, nos prestamos libros, ropa, música... muchas cosas. Y la adoro porque es maravillosa. Es maravillosa su alegría, su garra, su fuerza a pesar de que la vida le ha pegado duro muchas veces. Así que la próxima vez nos tenemos que juntar las tres.
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